17.2.08


La noche es un frío papel en blanco donde mis manos no pueden escribir una caricia.

Tu espalda, tan blanca y tan ajena.

Mi hoja.

La realidad es una triste sonrisa descascarada.

Imagino entre saudades la sonrisa de tu vientre.

¿Adónde quedó aquel amor de poeta?

¿En qué negro recodo de la vida fusilaste la primavera?

La madrugada avanza fértil de letras deseadas, idiotas, ávidas de ir a ningún lugar.

Un borracho camina por la calle.

¿en qué veredas yacerá muerto tu corazón?

¡No tengo ni dolor de tanta tristeza!

Los gorriones, ateridos, tiritan tontos trinos.

Mi mente se escapa por la tangente de un sueño.

por más que lo intento ya no recuerdo el dolor de tus ojos...